
EL SABOR DE LA COCINA NÓMADA
En Le Clandestin cada día es diferente. Nuestra cocina nómada es una oportunidad para dejarse sorprender en cada plato. Tanto Le Clandestin como nosotros estamos inmersos en un viaje permanente y en un desplazamiento constante.
La cocina nómada evoluciona y crece al mismo tiempo que lo hacemos nosotros. Nuestra cocina de hoy es distinta a la de ayer y también lo será a la de mañana: es una cocina arraigada al momento presente, al aquí y al ahora.
EL SABOR DE LA COCINA NÓMADA
Nuestros platos hablan de nuestro viaje. Del paisaje que nos acompaña, de los pequeños productores con los que coincidimos, de lo que nos ofrece la naturaleza. Combinamos la inabarcable amalgama de sabores, olores y sensaciones que nos transmite el entorno, el aquí y el ahora en un plato.
LA IMPORTANCIA DEL AQUÍ Y EL AHORA EN LA COCINA NÓMADA
Incorporamos a nuestra cocina nómada todo aquello que nos encontramos por el camino. Nuestros platos hablan de nuestros viajes, de las personas con las que hemos compartido esta aventura y de lo que hemos vivido. Nutrimos nuestras recetas de aquellos ingredientes que vamos descubriendo.
Quesos elaborados a partir de pequeños rebaños que pastan libremente cerca del ladero de una montaña. Hortalizas cultivadas de forma tradicional a merced del tiempo con horas de paciencia. Pescado de los rincones más recónditos de nuestros ríos, de aquellos parajes que solo conocen aquellos privilegiados que llevan a sus espaldas años de experiencia resiguiendo su curso fluvial.

Somos creatividad e innovación

Ser nómada es una oportunidad excelente para innovar de forma constante. Cada día es una oportunidad para descubrir pequeños productores que con sus productos nos permiten llevar al plato los sabores y sromas de su rincón de mundo, de su aquí particular.

La cocina nómada es una cocina viva. Es una cocina capaz de sorprenderte en cada plato, al igual que lo hace cada parada de un viaje. Es una cocina envolvente que no se limita solo a lo que se come. El entorno también forma parte del plato con sus aromas, sonidos, texturas y paisajes. La cocina nómada es sensorial y debe disfrutarse con los cinco sentidos.

En este viaje continuo no solamente avanzamos nosotros, también lo hace el tiempo y la rueda de las estaciones gira inexorablemente. El verde de los campos va dejando paso al amarillo impotente cuando se acercan las cosechas. Las plantas se pintan con un abanico de colores de lo más diverso cuando estalla la primavera. Los meses de otoño tienen el sabor consistente e intenso de las setas y la caza. El ahora impregna con fuerza nuestra cocina nómada.

TÚ TAMBIÉN ERES UN INGREDIENTE ESENCIAL DE LA COCINA NÓMADA
Todos los seres humanos somos el cúmulo de nuestras experiencias y decisiones. Evolucionamos de forma constante del mismo modo que lo hace la cocina nómada de Le Clandestin. Nuestra cocina siempre es diferente y según cuáles sean las circunstancias, el momento vital o el estado de ánimo de quien viene a disfrutar de la experiencia, el sabor de la cocina nómada cambia.